Dime ¿qué se supone que tengo que hacer ahora? Digo, parece que te
conozco pero no estoy segura de ello. Mi corazón ya no quiere sentirte. Y ayer,
tuvimos una discusión fuerte por permitir que entraras nuevamente al lugar que
hace tiempo destruiste. Mi razonamiento y yo le insistimos mucho en iniciar una
nueva etapa, él sólo nos respondió: “y todo lo que nos hizo ¿quién lo paga? ¡Ya
no me trago sus palabras!”
PD: Aquí estamos, sí… otra vez. Esperando que el corazón nos abra su
puerta para ver si tu problema se puede solucionar…