Perfecto para mí...

(Nudo en la garganta y ganas de llorar… de felicidad) Agradezco a Dios por tu existencia, te admiro porque has logrado que en mí este sentimiento crezca, ahora el sonreír ya es un reflejo al notar tu presencia, ¿te cuento un secreto? desde que despierto hasta que duermo estás en mi cabeza… Lo sé, últimamente me quedo sin palabras para ti & no es que haya perdido mi nata inspiración, sino que vas más allá de las letras, de lo que alguna vez mi voz te susurró, vas más allá de lo que el ser humano en la tierra creó…

Mi pequeño gran amor, GRACIAS por estos largos años en que incondicionalmente me has brindado tu corazón…

Tu más hermoso error...

Lo siento corazón, hoy tomé una decisión y esta vez para mí es lo mejor. Hace mucho tiempo que pensaba en un “tú y yo” pero con acciones me recordabas que tú no, así que definitivamente para siempre me voy, mis tenis me gritan que debo de tomar una nueva dirección y ya sabes que a ellos les soy fiel & no a quien sólo entorpece y maltrata a mi corazón, lo siento pero hoy abrocho mis agujetas y acomodo mi gorra dando señal de quien era ayer hoy ya está muerta & ahora ya no estoy disponible para personas que se creen tan perfectas cuando solamente errores y fracasos siembran.

Tengo una autoestima muy alta y tú sólo me la achicas haciendo que retenga a mi gigante alma, con usted siempre fui una dama, nunca sintió mi ausencia porque de mañana, tarde o noche y hasta de madrugada al pie del cañón ahí estaba, ¿recuerdas que era yo quien tomaba la iniciativa? con quien a diario sonreías y agradecías mi presencia en tu vida, en realidad me harté de pedir “perdón” cuando nada hacía, de aceptar culpas ajenas cuando yo era la víctima, me harté de tragarme el coraje que causaban tus desplantes para sólo ver en tu mirada alegría, de sacarte una sonrisa cuando tú provocabas una lágrima que rodaba por mi mejilla, de que alagaras a quien por la espalda te ofendía, de ver cómo poco a poco todo lo que por ti sentía lo destruías, así que no acepto ni me entorpezco con reclamos, entre usted y yo ya no existe ningún lazo que las fotos, cartas y regalos se fueron en el baúl que ayer entre el tiempo y tú me robaron.

No sé porque te ofendes, si yo siempre fui la que con un helado con sabor a te quiero quiso convencerte de que te quedaras aquí para siempre, y ahora me pierdes, siempre te di TODO por nada no sé si lo recuerdes. Pero recuérdame como la idiota que puso ante ti todas sus pertenencias y en lugar de que eligieras mi gran cariño elegiste tu partida, recuérdame como la persona que siempre quiso lo mejor para ti y por ese motivo me sacaste de tu vida, cometiendo es más grande error de tus días.

Vamos hacer memoria para ver si ya recordaste que yo puse el “punto” y tú diste el “punto y aparte”.

PD: no tienes por qué ahora reclamarme…

Fuiste tú...

Sé que me escuchas a pesar de que tus ojos estén cerrados, también sé que te duele aunque estés en ese estado, sé muy bien lo que sientes a pesar de que tu cuerpo no siente nada, sé que me maltratarías al notar mi mirada tan apagada. ¿Y qué se puede hacer cuando una parte de mi se me está escapando? Horas de esperarte, ansias de ver nuevamente tus ojos color miel, un nudo en la garganta al saber que te me puedes ir en un instante, lágrimas a punto de desbordarse al imaginar que ya jamás podré mirarte, son tantas cosas de las que eres la ÚNICA CULPABLE. Ya sabes, manejo tan bien “el arte del engaño” sonreír cuando no quisiera, mostrar alegría cuando ahora tú eres mi pena, sentarse a resolver casos cuando por estos días debería de poner en pausa mi agenda, lo sabes bien, si no hago esto “no me siento completa” y en realidad no quiero mostrar que por lo que te pasa estoy desecha...

  

Fuiste tú, tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera, un beso y verte hacer pequeña por la carretera. Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía, lo mío fue aceptarlo todo porque te quería. Verte llegar fue luz, verte partir un blues. Fuiste tú, de más está decir que sobra decir tantas cosas, o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas. Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje, las nubes grises también forman parte de paisaje. Y no me veas así, si hubo un culpable aquí… Fuiste tú.

Que fácil fue tocar el cielo la primera vez cuando los besos fueron el motor de arranque que encendió la luz que hoy se desaparece. Así se disfraza el amor para su conveniencia aceptando todo sin hacer preguntas y dejando al tiempo la estocada muerte. Nada más que decir, sólo queda insistir…

Fuiste tú, la luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada, me ha visto caminar descalza por la madrugada. Estoy en medio del que soy y del que tú quisieras, queriendo despertar pensando cómo no quisiera. Y no me veas así, si hubo un culpable aquí… Fuiste tú.

¿Esto te recuerda algo Mia?

PD: amiga, ya despierta. Unos buenos coscorrones te están esperando…

Cuando era nada

Cuando para pronunciar las vocales batallaba

Cuando para aprender a escribir dejé a un lado los juegos y brincar

la cuerda como las niñas de mi cuadra

Cuando para aquel concurso me preparé más de 5 semanas

Cuando para hablar en público de valor me armaba

Cuando entré a clases de guitarra

Cuando resistí los golpes que la vida me daba

Cuando blindé al corazón para que las críticas no nos afectaran

Cuando me dieron el título de “poeta laureada”

Cuando tumbada en la cama soñaba con ganar el grammy de palabras

Cuando mi pluma por el papel sin dificultad se deslizaba

Cuando para volver realidad mis sueños me fui de casa

Cuando mamá me dijo que los diplomas ganados sólo eran papeles

con tinta que después se convertirían en una gran mancha

Cuando perdí el miedo de expresar lo que decía mi alma

Cuando los sueños de mamá y la música se convirtieron en mi gran dilema

Cuando me faltaron brazos para alcanzar la meta que hoy está realizada

La rodilla me raspé…

Me lastimé…

Lloré…

A Dios supliqué…

Recé…

En ocasiones, en renunciar pensé…

Personas hicieron sufrir a este ser…

Mamá me animó y alimentó mi Fe…

Me convertí en el sinónimo de “fuerte”…

¿Dónde estuviste? No presenciaste mis horas flojas, no supiste hacer el papel que hizo mi sombra, tú no estuviste ahí cuando aquella persona firmó la hoja que llevó a la cima a esta loca, ¿por qué merecer estar conmigo cuando ahora la fama es mi ropa?

PD: ¿Recuerdas cuando era nada?